Con frecuencia se denuncian, con no poca difusión, los casos de consumidores que tienen la mala experiencia de encontrarse con elementos “extraños” en productos de consumo masivo. Insectos, pedazos de plástico, y hasta tornillos se han visto en envases de arroz, yogurth o bebidas, lo que sin duda significa un gran daño a la imagen de la firma involucrada y que obliga a tomar medidas de urgencia y a extremar sus procesos de control de calidad.
Es por esta razón que cada una de las herramientas utilizadas por los manipuladores de toda la cadena alimentaria debe someterse a inspecciones y evitar su uso en caso de que estén deterioradas e impedir así estos accidentes. Cuando un equipo o herramienta no está en buenas condiciones, debe reemplazarse para impedir la contaminación accidental por materiales desprendidos de estos elementos. Los arreglos provisionales, frecuentes en herramientas, utillaje y equipos pequeños, son inapropiados debido al peligro que generan.
Para el uso de cuchillos industriales en este sector productivo clave, es exigencia básica que se utilicen hojas no fragmentables, por el riesgo evidente de desprendimiento que se corre. En este sentido, OLFA cuenta para algunos de sus modelos de 18 mm con el repuesto L-SOL, que consiste en una hoja sólida de acero inoxidable de 100 mm de largo y que viene en estuche de 10 unidades. Su composición impide cualquier fragmentación que represente un peligro de contaminación de las materias primas y en la actualidad son considerados elementos obligatorios para el corte de embalajes, sacos, y zunchos que se utilizan en los contenedores de las materias primas de las industrias del área alimentaria. Conózcalos en nuestra web www.olfa.cl
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